Una historia inspiradora es la de Liu Wei, nació el 7 de octubre de 1987 en Beijing, China, en toda su infancia fue un niño normal, extrovertido, alegre, a los 10 años de edad, se encontraba jugando a las escondidas con sus amigos, y por un fatal descuido tropezó con unos cables de alta tensión,  a consecuencia de este episodio, el joven perdió la conciencia durante 45 días, debatiéndose entre la vida y la muerte, al despertar tristemente  se dio cuenta de que le habían amputado los brazos.

Durante estos momentos críticos sus padres lo apoyaron, lo alentaron en todos los sentidos, a tal punto que él debía aprender a comer sólo, a vestirse, cepillarse los dientes, entre otros, lo hicieron con la intención única y específica, de que aprendiera a ser independiente.  Por tal motivo, su madre le insistía siempre que él no era diferente, solo que lo que todos normalmente hacen con las manos, él lo haría con los pies. 

Liu Wei fue recluido en un centro de rehabilitación durante 2 años, en ese lugar presenció muchas muertes, esto impactó su vida, que cuando salió, estaba agradecido de estar vivo, de tener un techo, comida y quien cuidara de él, se sentía realmente afortunado. Quería seguir adelante con su vida, y hacer de ella un éxito. “Pensé que en la vida tenía dos caminos, uno me llevaría a morir rápidamente, y el otro a llevar una vida maravillosa” y eligió llevar una vida maravillosa”.

Desde luego, se presentó al equipo de natación paralímpico, siendo ésta su afición por el deporte. A pesar de ser un doble amputado, se las arregló para ganar dos medallas de oro en el Campeonato Nacional de Natación Paralímpico, a los 14 años de edad.

Por otra parte, los dos brazos que le faltaban no fueron la última de sus dolencias físicas, poco después de ganar sus medallas de oro se le diagnosticó Púrpura Alérgica por lo que le prohibieron el ejercicio intenso.

Aunque se cerraba una puerta en los deportes, otra se abría en la música, fue cuando de pronto, Liu entendió que quería aprender a tocar el piano, y tocar las teclas con los pies, es aún más difícil de lo que parece.

Zhong Sheng, productor musical, dijo: «Nadie cree que sea posible tocar el piano con los pies.» Mediante tremendo desafío, continuó porque él sabía que si lo intentaba, podría obtener una oportunidad de éxito, de lo contrario estaría condenado.

Sin embargo fue tarea difícil encontrar un maestro que lo guiará para tocar el piano usando los dedos de los pies, nadie quería darle clases, por lo que comenzó a enseñarse él mismo, un trabajo duro, conseguir que los dedos de los pies se separaran.

Se propuso a practicar 7 horas diarias, y a pesar de los calambres, raspaduras y dolores que sufría fue observando una mejoría, y eso le daba esperanza, a medida que iba practicando, avanzaba poco a poco. 

El que busca, encuentra, y Liu Wei encontró una gran oportunidad en el concurso “China tiene talento” donde quería dar a conocer sus grandes logros como pianista. En su primera aparición, recibió una ovación de pie por parte del público, muchos de los cuales se conmovieron hasta las lágrimas con su interpretación de “Mariage D’amour”, de Richard Clayderman el 8 de agosto de 2010. Después de varias actuaciones llegó a la final tocando y cantando “You’re Beautiful” en el Estadio de Shanghai el 10 de octubre. El jurado elogió el desempeño de Liu y fue el ganador del primer lugar.

Como premio por su logro, fue invitado por el cantante taiwanés Jolin Tsai a presentarse como artista invitado en su gira mundial, lo que le daría la oportunidad de actuar en Las Vegas durante tres meses. Además, era probable que consiguiera un contrato con Fremantle Media y Sony Music Entertainment, y su itinerario incluiría Hong Kong, París, Viena y Taipei.

En 2010, también ganó el récord mundial Guinness al escribir en un teclado el mayor número de letras en orden alfabético en 1 minuto utilizando los pies: 251 letras. En el 2012 participó como actor en un documental llamado “Hope in the future” que fue el único filme representante de China en el 36th Montreal World Film Festival.

Lo grandioso de todo es que para Liu Wei la música es como respirar y se ha vuelto un hábito muy importante en su vida, él cree que perder sus dos brazos le dio la oportunidad de abrazar a un mundo más grande.

Cabe decir que, no se dejó vencer porque ha demostrado que su sueño es llegar a dedicarse a la música como productor musical, con las herramientas siguientes: voluntad, ilusión, coraje, mirar siempre hacia adelante y no permitir que las lamentaciones y el “no puedo” le corten la alas. 

Una vez más, les invitamos a seguir adelante, como es el ejemplo de Liu  un hombre de éxito y un gran ejemplo de superación, nos enseña que las únicas limitaciones reales, son las que nosotros mismos nos imponemos.